8 de julio de 2007

i ching

No quiero tener que seguir preguntando cómo obrar mientras con dos manos y ojos cerrados deposito mis incertidumbres en la certeza del oráculo. Las tres monedas suenan como cascabeles opacos, eligen cómo caer, dibujan seis hexagramas y ahí estoy yo decodificando mensajes crípticos que ya debería conocer. Basta.

Podría hasta resignar el tiempo en pausa de las madrugadas, conciente de que me cuesta la lucidez de todo el resto del día. Podría hasta resignar mi país y mi casa, conciente de que me siento clavada a los hábitos y a los refugios.
Podría, pero no.

2 comentarios:

Manuel D dijo...

estas escribiendo un monton! cada vez que entro hay varias cosas nuevas que leer. Yo no actualizo mucho porque no se como sacar buenas fotos de los dibujos en lapiz. Cuando pueda subo.
besos flore. me gusto la critica al hombre light

Anónimo dijo...

yo si quiero preguntar cómo obrar mientras con dos manos y ojos cerrados deposito mis incertidumbres en la certeza del oráculo. Yo si quiero decodificar mensajes crípticos que ya debería conocer.
Prestamelo!

jota