28 de agosto de 2007

222, tres patitos

Los días antes de irme planeé mil veces la mejor forma de ordenar mi escritorio. Me sentaba en frente de él y diseñaba alternativas. Se me ocurrió que lo ideal era llevar una bolsa de consorcio y tirar todo lo posible y en lo posible tirar lo fundamental. Después lo descarté y me pareció mejor comprar carpetas de colores para organizar los apuntes. No pude.

Me subí al avión pensando en que ahí, abajo de la persianita de escritorio antiguo, seguía la ensalada de objetos ridículos apilados sin criterio en plena orgía a lo United Colors of Benetton: sin distinción de raza, sexo, credo o religión. Que ahí reinaba mi caos íntimo de ensalada perversa; que esa es la expresión de mis rincones. Me voy a morir ahogada en una montaña de hojas no leídas, cigarrillos apagados, fotos carnet de él cuando tenía ocho años, de él a los veintiuno cuando renovó el registro y yo lo acompañé, encendedores que no andan (los que andan los perdí afuera del escritorio), la materia prima de una base de datos incapaz de cobrar estructura… miles de objetos inútiles dándose el lujo de respirar mi aire. Los borradores de las cartas que le mandé, las cartas que me escribió él a mí, los dibujos que le hice y no me animé a darle, nuestra historia en historieta y en dos perspectivas...

No puedo sin estantes, o carpetas o bolsas de consorcio.

Quedaron sueltos todos los papeles que tienen que ver con él y yo estoy en este otoño de hojas huérfanas. Capaz la solución es kerosene y fosforito.

24 de agosto de 2007

pácha (s·spglish)

(A pedido de los zurdos de cotillón que, no sabiendo portugués, leen los híbridos en portuñol pero se niegan rotundamente si el inglés está en juego. A no renegar de nuestros orígenes... Mucho reto pero acá estoy, haciéndoles caso. Pucha, che.)

Y si me lo permitís, Juan,

te voy a tener que matar
sólo para ahorrarte el agotamiento:
¿Quién más puede tener un cielo de cinco lunas
y medirlas con escuadra para asegurar, cada mes,
que no es padre de cientos de medios hermanos?

¿Estás sangrando?
Sí.
Ok, me borro un tiempo, entonces.
Tiempo de siembra.
En cualquier otro lado.

(Te olvidás de que) Soy madre tierra, hijo de puta.
En donde sea que labres que caves que ares,
es la misma mujer la que se desgarra.
Tené cuidado con lo que decida dejar crecer
desde su entraña o su ombligo.


22 de agosto de 2007

pácha

And if you do let me, John,

I will have to kill you
just to keep you from the exhaustion you are going through:
¿Quién más puede tener un cielo de cinco lunas
y medirlas para asegurar, cada mes,
que no es padre de cientos de medios hermanos?

¿Are you bleeding?
I am.
Ok, me borro un tiempo, entonces.

Sowing time.
Elsewhere.

Soy Madre Tierra, hijo de puta.
En donde sea que labres que caves que ares,
es la misma mujer la que se desgarra.
Be careful with what she decides to let grow.

19 de agosto de 2007

meet me in mountauk

Joel: Hi.
Clementine: Hi. Didn't figure you'd show your face around me again. I guess I thought you were... humiliated. You did run away, after all.
Joel: I just needed to see you.
Clementine: Yeah?
Joel: I'd like to, um... take you out, or something.
Clementine: You're married.
Joel: Not yet, not married. No, I'm not married.
Clementine: Look man, I'm telling you right off the bat, I'm high-maintainance, so... I'm not gonna tip-toe around your marriage, or whatever it is you've got goin' there. If you wanna be with me, you're with me.
Joel: Okay.
Clementine: Too many guys think I'm a concept, or I complete them, or I'm gonna make them alive. But I'm just a fucked-up girl who's lookin' for my own peace of mind; don't assign me yours.
Joel: I remember that speech really well.
Clementine: I had you pegged, didn't I?
Joel: You had the whole human race pegged.
Clementine: Hmm. Probably.
Joel: I still thought you were gonna save my life... even after that.
Clementine: Ohhh... I know.
Joel: It would be different, if we could just give it another go-round.
Clementine: Remember me. Try your best; maybe we can.

17 de agosto de 2007

alterno

Las cosas que no aburren son las que no tienen alternativa: comer, dormir, tocarse.

Son-punto.

Y entonces queda el margen que se abre por sobre hacerlas.
En ese margen, la creatividad.

¿Hasta dónde da el placer de satisfacer las necesidades primitivas? Hasta el dulce de leche, hasta los orgasmos múltiples y hasta una siesta en la playa. Pero siempre da para más, da para direcciones distintas y siempre se puede volver a hacer. Se necesita volver a hacer.

Y después están las cosas que sí aburren… porque en realidad, en vez de estar estudiando, en vez de estar haciendo un trámite aburrido por una jubilación que ni sé si me va a llegar, en vez de ordenar mi cuarto o pintarme las uñas, bien podría estar comiendo, durmiendo o tocándome.

9 de agosto de 2007

pretensiosa, pretensiosa


Agarrar la lapicera como si el lenguaje fuera un bisturí y hundirlo en la hoja para que de ella brote un ojo sellado que al fin se abre para hacer una primera (la infinitésima) lectura de lo que existe. Y tengo, inclusive, la soberbia pretensión de que se anime a lagrimear llamando así a la lagrima de quien lo mira. Volviéndose así espejo.

ela é carioca


Anduvimos en boogy por entre la tierra rota de los morros que sangran. Todo es colores acá, hasta los pensamientos. Hay algo con olor a tierra que transpira gosodiesel, a pez que se fríe, a fruta que se pudre, y lo respiro tratando de anular el peso del ancla que enuncia una mentira: patria. Sin embargo tira, eh. Mi sangre: otra mentira de las espesas. Lo cierto es que acá el cuerpo se me pone contento y quedan simétricas la pena de mi país con gesto de macho pampa (puto) negligente y la alegría de la vida acá, la que podría ser.

1 de agosto de 2007

caminante


Ah, ok, entonces sigo. Debe ser por acá.