19 de septiembre de 2007

otra carta para tamara

Desde que Clara está embarazada todos los clientes que entran al local y notan la panza la miran con ojos contentos y cómplices. Como diciendo “uy, vas a parir”, y a mí me parece idiota pero no puedo evitar que me enternezca. A ella le encata porque la distrae del tema de los tobillos hinchados y le recuerda que uy, va a parir, como si el bombo que carga de acá para allá no fuera recordatorio suficiente. Tiene algo disinto últimamente, algo de cachetes muy rosas y rulos que rebotan. No para de hablar y a mí me parece idiota pero no puedo evitar escucharla, creo que porque ya empiezo a querer a ese sobrinito con cara de ombligo y me veo en la obligación de respetar a su madre.

¿Querrás saber sobre el clima? La gente cuando se va lejos, en especial a otros hemisferios, pregunta por el clima de una forma mucho más genuina que como se comenta en el ascensor. No se me había ocurrido pasarte esa info antes porque más bien le corresponde a tu papá. Pero recién pensé dos segundos en tu papá y terminé convencida de que necesitás el parte meteorológico: Todavía hace frío. Nos mintieron algunos días de calor. Yo estoy bien; prefiero así: fresquito. Igual el viernes empieza la primavera y podrán hacer grados bajo cero que las pibas del barrio igual se van a lookear con sus atuendos más floreados y jipones para ir a fumar porro al río. Despechugadas, ¿viste?, pero por una causa.

Estuve pensando seriamente en cómo contestar a lo que me contaste… ¿Cómo?, decime vos. En realidad de ninguna manera. Perdoname, pero no hay nada que te pueda decir sin un abrazo antes y otro después. No hay nada que resista el *entre blancos*, en posición evidenciada. Salvo que

te quiero

y te extraño

mucho.

No hay comentarios: