ela é carioca
Anduvimos en boogy por entre la tierra rota de los morros que sangran. Todo es colores acá, hasta los pensamientos. Hay algo con olor a tierra que transpira gosodiesel, a pez que se fríe, a fruta que se pudre, y lo respiro tratando de anular el peso del ancla que enuncia una mentira: patria. Sin embargo tira, eh. Mi sangre: otra mentira de las espesas. Lo cierto es que acá el cuerpo se me pone contento y quedan simétricas la pena de mi país con gesto de macho pampa (puto) negligente y la alegría de la vida acá, la que podría ser.
1 comentario:
Por fin volviste, ya era hora. No sabia que hacer, mi tiempo en internet viendo otras cosas realmente fue tiempo perdido. No lo hagas nunca mas. Si tardas, te ordeno que sea por menos tiempo.
Y ahora me despido y nada mas que menos que citando a una grosa: Mi sangre: otra mentira de las espesas.
Y es una mentira tan mentira solo porque tengo una tana en mi vida. Sacas lo que niego de mi. Te quiero
Jotita.
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