30 de octubre de 2007

arroz con leche

Flor, ¿sabés saltar la soga?
Sí, ¿cómo no voy a saber?
Me miraron desconfiadas, creen que no tuve infancia, que nací maestra. Piensan que el autor de "A la tijerita que se abre y se cierra..." es contemporáneo.
Salté para reivindicar todo el siglo pasado.
¡Mirá, Sofi! ¡Vení! ¡Mirá! ¡Flor sabe saltar la soga! ¡Y le sale cruzado!
Yo también me sorprendí cuando me salió cruzado, en realidad.

El domingo siguiente jugamos a saltar la soga en el patio de Monasterio sin la excusa del delantal ni el justificativo contexto del colegio primario; sin los seis añitos de edad. Nosotras, mujeres del siglo anterior, supimos correr a un costado la conversación sobre sexo o sociología, y nos pusimos a abrir y cerrar la tijerita, a tocar el cielo y a tocar la tierra. Y cuando nos enredábamos o nos caíamos lo difícil era reponerse de las carcajadas. Uno se acostumbra a dejar de improvisar, ¿no? Pocas tardes de domingo se prestan para bailar, saltar la soga o jugar a la sardina. Yo prefería toda la vida la sardina antes que las escondidas. Era menos solitario.

La luz está estirada. Se instala más cómoda para hacer crecer los jazmines del aire, para sumar un par de rondas de mate o para pedir una cerveza fría. ¿Vos tomás? ¿Vos tomás? Sí, cuatro vasos. Los domingos vuelven a tener más olor a río que a angustia.

¿Vamos a Boedo?
No sé... ¿a qué hora volveremos?
Y... tipo doce.
Yo por el horario no tengo problema, ¿vos qué tenés ganas de hacer?
Ella hizo un par de llamadas para delegar la decisión. Yo manifesté un par de dudas para exorcizar la incertidumbre. En cuestión de parpadeos y boletos estábamos en un andén esperando un subte con ritmo domingueante. Estaban inquietas, parecía como si sintieran que podían asaltar al señor locomotor a punta de cañón y poner quinta con tal de no llegar tarde al recital.
Quedate tranquila, estas cosas nunca empiezan a horario.
Sí, pero son las nueve y veinte y empezaba a las nueve.
Bueno, ya fue.

Boedo y superficie. Para mí sigue siendo una teletransportación si no hay ventanas a exterior, pero de cualquier forma estábamos ahí. Las calles se llamaban como Bolivia, dijeron ellas, y caminábamos a un paso mucho más rápido del que hubiera preferido por lo cual yo iba unos pasos más atrás quejándome por no poder prender el cigarrillo.
Chicas, ¿es acá?
No, faltan tres cuadras.
¿Es acá?
No. Faltan dos.
Cuando estaba por volver a preguntar nos saludó el guitarrista que estaba parado en la puerta:
Todavía no empezamos a tocar pero falta poco.
¿Viste? Caminamos a treinta kilómetros por hora, no sabés... Yo le dije...
Bueno, vamos entrando así elegimos mesa.

Me encantan las mesas en los rincones. Teníamos cerveza fría, una pizza casera llena de orégano, una excelente perspectiva del escenario ya armado y una distancia prudencial del parlante. Subieron los músicos y después Pedro, tomando del pico de una botella de agua. Se paró y se secó la boca con el revés de la mano en un gesto autoritario de "prendan el foco, llegó el cantante". El problema es que yo acato esas órdenes con obediencia militar: desde los ojos prendí el foco. Algo en el cuerpo -que sabe- me dijo sí: arroz con leche.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

no tengo nada para decir porque ya lo discutimos.
solamente voy a esperar el segundo capitulo
besoooooss

Argentina Loba dijo...

Me encantan las luces, me encantan los focos y los cambios de focos, copate y prende el "follow ME spot" que llegaste vos, quiza tambien la llame a Sofi para que vea que Flor tambien sabe brillar... Y como. Puede que tambien te sorprendas cuando veas todo eso que vemos en vos. Me encanta haber estado en el relato, me encanta tu cara de arroz con leche, me encantan ESOS domingos, me encanta leer estas cosas. Te mando un beso enorme.

Anónimo dijo...

ME ENCANTÓ

Anónimo dijo...

con la seguridad alemana (que tienen mis ancestros y yo intento developear de mis 21 en adelante) me atrevo a decir,,, no! digo!:
EL MEJOR
j,

Anónimo dijo...

Esperando el segundo capitulo. Podemos ser fanaticas de plaza de almas o de lo que quieras por que apoyamos como nadie el cambio de foco. Te quiero mucho, arriba bolivar no mas catedral.

Anónimo dijo...

me gusto q al principio te hacias la nenita y ahora sos un autofocus

otra cosa...q es eso de EN LENTE JAPONESA-CRIOLLA?

Anónimo dijo...

"no siento la cabeza..."(...)"ahora esta de nuevo"

Paloma dijo...

no, no. era:
"uuuh, se me fue la cabeza."
movimiento gracioso de incorporación de cabeza.
"ái está de nuevo."

jajaja
una experiencia di fe ren te

Anónimo dijo...

Me guta leer de tus cosas cuando antes las escuché contadas.
Aparecen detalles, olores, colores y otras sensaciones que revelan que la vida es mucho más interesante que lo que a veces uno percibe cuando la vive.
Me da envidia, me gustaría que hubieran escrito así la mía.
Beso-te
Marce