7 de noviembre de 2007

media sombra

Buen, ya fue, apago lo luz. Si se prende alguna voz estridente, si me visitan los duendes, si lo resuelvo con los dedos o si se hace tarde, la vuelvo a prender. Sí, la vuelvo a prender. Sin querer saber la hora porque si me fijara tendría que ir estirando los dedos de a uno para calcular cuántas horas voy a dormir y terminaría con la palma de la mano suspendida en el aire, lamentando otro día de mañana durmiendo en colectivos de a cabezazos, de a puchitos, de dorapa.

Bueno, la vuelvo a apagar y subo las rodillas hasta trabarlas con los codos en un nudito de carne y hueso que busca la temperatura exacta para dormir. En algún punto ciego de la rumia asomará el inconciente a lucharle a la guardia alta.

Me acordé de que así de a medias dormido estaba él cuando me dijo con los ojos cerrados no me voy a esconder, me voy a tener que buscar otra como vos. ¿Por qué como yo? ¿Por qué no yo, si querés como yo?... Igual dormido o despierto siempre es: yo no. O es yo de a ratitos, a contrasueño, de resaca, entre puchitos, de dorapa. A medio desvestir, a medias duro, a medias mío. Estás fría, estás seca, se queja. Estás conmigo, estoy atado, se queja. Soy de otro, le juro, y en venganza me suspende en el aire amenazando soltarme y dejarme caer al agua. Me inclina un poco más sobre el borde de la pileta y me dice ¿Sabés qué? Caerte depende de tu fuerza, no de la mía.

Exacto.

Desde ese puerto salí a dormir, esa noche.

4 comentarios:

Jota Sch dijo...

buen avance, great estreno, incluso una very best funcion. te quierisimo, lindo verte, que no se corte (más).

Anónimo dijo...

muy bien

Anónimo dijo...

muy lindo todo

Anónimo dijo...

bueno, no se me puede culpar, yo mismo no sé de quién me trato.
Saludo ganas de que estés bien,
P.D., embajador de Boedo en Villa Devoto, años después.