17 de marzo de 2008

el sol y confites

Se hace un esfuerzo con las uñas para abrir los primeros dos tajos a los costados de la cara, justo antes de las orejas, y después se tira de la piel con dos pulgares y dos índices, con dos pinzas de dedos (igual que como se tiraba de la voligoma seca sobre las yemas de los dedos para ver la impresión de las huellas digitales). Sacar una y otra capa y descubrir un juego de máscaras como mamushkas en el que el segundo estrato siempre se convierte en el primero apenas el último pedazo de piel cede y se suelta de la punta de la nariz. Entonces nunca hay un verdadero profundizar ni un verdadero desnudar. Se pierde la noción acerca de si existe el trayecto lineal hacia un núcleo; se cuestiona la convicción de que debajo de la epidermis, tirando y tirando de los tejidos, tanteando con los dedos en el agua sucia, en la sangre espesa, se va a encontrar un gesto primario, independiente del accionar de los músculos, que revele una gran y sola cosa. No está. Me acuerdo de que la primera vez que abrí las muñecas rusas, la sorpresa de ir encontrándome con una reproducción de la anterior, más chiquita, a lo sumo con otros colores, era inmensa; pero seguía abriéndolas para ver si finalmente aparecía otra cosa, no la misma en versión pequeña. Algo que no fuera ni siquiera una muñeca. Creo que hubiera tenido más sentido que en el corazón de la última mamushka esperara un caramelo o un confite. Algo así de redondo y de dulce y de un solo color. Un premio. Entonces en la búsqueda del confite que se cree que debería haber debajo de las propias máscaras, se recorre un laberinto convencidos de que es un camino inverso al tiempo, regresivo, sí, pero porque en el inicio, en el nacimiento, habría una revelación. Sin embargo nos encontramos con rulos y rulos y ochos y pozos y escaleritas, escaleras caracol, y personajes, Alicia, Bowie, donde lo onírico no hace más que explicarnos que éste era el pedazo de aprendizaje: este pasear, mutar, errar. No puede ser. Tiene que haber un sol que atraiga y despliegue con criterio. Un sol que tire, que afloje, que alumbre, que hierva un aire que sólo después se templa en la resistencia de la carne. El gesto que aparece en la expresión, el débil (cejas que se levantan, sonrisas tímidas, a lo sumo un llanto ruidoso pero no tanto), pasado por agua y por atmósfera, tiene que venir desde un centro a medio camino hacia el otro lado del mundo. Un núcleo rojo, certero como todo lo caliente, del que no estuvimos cerca nunca. Y quizás deberíamos resignar el orbitar en contramano.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Lindo e incategorizable, dos virtudes frecuentemente inconvexas. Felicito la unión y te pido más!

Anónimo dijo...

Venia a decir cualquier otra cosa, pero eso de "Tiene que haber un sol que atraiga y despliegue con criterio", es increíble.
Es la síntesis de un montón de cosas que a veces escribo y a veces no, pero que está siempre de fondo en mis reflexiones.
Y es una síntesis impecable.
Desde chiquito, que no admiraba tanto a un escritor.

(Bueno, el anterior era hombre).

Anónimo dijo...

uhhh, una locura esto
mejor no digo mas
bueno chau

Unknown dijo...

estas un escalon por encima del resto
por lo menos de mi seguro
jajaj
beso FP

Anónimo dijo...

Me gano la abstraccion. Pero coincido con rogelio.
Y eso que soy nena.
Te veo pronto, que lindo!
J.

leit0 dijo...

Que lindo escribis, no solo este escrito, sino lo que estuve leyendo en general del blog.

Un saludo!

Argentina Loba dijo...

(Entonces va de nuevo...)Uff, que ganas de un confite colorado, es verdad, algo tan redondo como eso. Si se pudiera volver a elegir, hoy por que soy negativa, hubiera preferido que en vez de regalarme mi primera mamushka me regalen una cebolla, con sus tantas capas de algo sencillo y sin vueltas. Algo menos pretensioso, algo que no me impactara asi, para darme cuenta que no tenia nada adentro, solo mas de lo mismo.
Deja de despertar cosas que tenia dormidas, no hay mejor placer que el de intentar explicar algo hasta encontrarte con alguien que dice lo que querias decir y lo expresa asi de lindo.

Alan Murray dijo...

Realmente me gusta como escribes, pero la tipografía dificulta la lectura, te lo han dicho ya?

Enhorabuena que te he leido Paloma.

Alan Murray

Julian Sequeira dijo...

COMO VAMOS A HACER PARA ADAPTAR TUS TEXTOS A UNA HISTORIETA
DESPUES TE CUENTO BIEN