Se quedaron sin el pan y sin la torta, mis gatos de las sombras, se arquean, comentan entre ellos; andan diciendo que va a amanecer, de nuevo. Empiezan a asumir que es inevitable. Dicen que en la ciudad no hay carnada, que se la llevaron de la almohada los ratones, que no hay ninguna noche igual a otra, ni una en la que no amanezca.
Se van a morir de día, tarde o temprano, de alba o farol; de hambre, por rechazar las sobras de ayer; de aburrimiento, por falta de novedad en tragar leche, en esconder dientes, en el lamer áspero de la lengua seca sobre la carne rosada y la papa. Los gatos ya no quieren guiso.
4 comentarios:
siento la vibra de una nueva etapa.
que se venga nomas!
justo estaba por declarar conceptual incompr y te lo tomaste en serio. es un refrito, entre nos. y me parece que va a volver a la sartén. queda un hilo suelto con la lengua que se comen los ratones.
cómo te ves para un dibujeti?
epa, me cabio la idea, eh.
pero dame tiempo, esperame un toque.
sale y vale?
Bien ahi, mangueando arte!
Sinergia a las patadas, se llama eso.
Y funciona!
Publicar un comentario