Una secuencia de espacios que ocupás y dejás huecos alternativamente, y a la vista resulta como el truco de la pelotita en uno de los tres vasos, las muñecas se turnan para anudar el recuerdo, un engaño. No hago más que verte miserable, enano como un duende, absurdo cuando la mirada va más derecho que los pasos, directo pafuera, y se supone que no hay periferia. Periferia el mundo entero, vos sos un accidente.