Llovía gente, gente de caras pintadas y los ojos desencajados, jugando a un *noletemoalridículo* ya trillado, pero los dejé convencerme. Es que pervive mi gusto por el cine infantil igual que perviven en mí las caracterizaciones exacerbadas de buenos y malos, y reyes, y soldados. Había un personaje neptuniano, uno con el que yo de chica me hubiera sentido identificada –y de grande también, pero no me animo a confesarlo. Y esta mujer neptuniana soñaba sueños indescifrables y golpeaba desde adentro de la cúpula de cristal donde se extendía su sueño para pedir ayuda a alguien de afuera, a un marido mundano a kilómetros de cama.
Y yo desde este frasco en donde rigen normas que permiten certezas como las medievales, normas morales, o fantasiosas, que exacerban los caracteres hasta el arquetipo –los malos, los tontos, los heterosexuales, las orugas, las damas, los drogadictos, el amor, los uruguayos– golpeo y a través del vidrio pido que alguien agarre el martillito, que es caso de emergencia, y rompa. Rompa y diga: Quedate tranquila, no existen esas cosas.
5 comentarios:
Si me dejas se lo paso a Gus, asi lo sube al blog de Agora, como crónica infaltable. Dame el ok, ok amiguito y sale con fritas.
Esperaba este post desde que me fui a dormir anoche.
Como siempre, no me desfraudas nunca.
Besos!
J.
QUERES FOTOS PARA ADJUNTAR A TU CRONIK???
uauu, las cosas que escribis paloma. yo pienso algo parecido sobre los rotulos, pero como no escribo tan bien, les digo que no me rompan las bolas, como veras no soy muy fino
te mando un abrazo grande
el polaco
Me gusta que llueva gente.
Transforma el día.
:)
Está muy bueno! Si bien la rae dice que no vale decir que algo "está bueno"...
Me gustó mucho che!
abrazos
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